Lilian Soto participa de un panel de especialistas en el marco de la 29ª reunión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, celebrado el 19 de junio de 2015.

“Los derechos humanos de las mujeres y la participación en el poder y la toma de decisiones” es el nombre de la actividad en la que Lilian Soto, exministra de la Función Pública en Paraguay y activista por los derechos de las mujeres, participó este viernes 19 de junio en el Palacio de las Naciones, en Ginebra.

Foto: Luis Vera

Lilian Soto, investigadora en área de género, las políticas públicas y la administración pública compartirá el panel con Arancha González, Directora Ejecutiva del Centro de Comercio Internacional; Shirin Akhter, parlamentaria y activista sindical de  Bangladesh, Lucrèce Falolou, Oficial de Proyectos, YWCA Mundial de Beni y Michèle Ollier, Socio, Index Ventures, de Francia.

El tema del panel se centra especialmente en la relación entre los derechos humanos y los mecanismos de participación en el poder y la toma de decisiones. El derecho a vivir libre de violencia en el ámbito doméstico es un requisito previo para cualquier otro derecho de las niñas y las mujeres.

El panel abordará la articulación de acciones adicionales necesarias para que las  mujeres y las niñas puedan acceder al disfrute de la plena igualdad en todas las esferas. Este debate se genera en el marco de las evaluaciones de la Plataforma de Acción de Beijin, que considera como áreas críticas de preocupación, el acceso al poder y la toma de decisiones por parte de las mujeres.

A 20 años de la aprobación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, el documento de las Naciones Unidas que plantea Acciones en torno a  la lucha mundial contra las restricciones y los obstáculos al empoderamiento de las mujeres en todo el mundo, en febrero de 2015, las mujeres líderes se reunieron para evaluar los avances en la implementación de los compromisos asumidos en Beijing en esta área y concluyó que:  “ningún país ha logrado la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida pública y privada y las desigualdades persisten significativas entre mujeres y hombres”.

De hecho, la participación de las mujeres en la vida política y pública sigue siendo baja – un promedio de 20 por ciento de los parlamentarios y el 17 por ciento de los jefes de Estado o de Gobierno. Las mujeres recibiendo una paga menor por un trabajo de igual valor y están muy poco representadas en la parte superior de liderazgo en los órganos de toma de decisiones en los negocios, las finanzas y el comercio, en particular en las instituciones internacionales, así como en las cooperativas y los sindicatos.

La igualdad en el goce de los derechos a la participación económica y política de las mujeres se ve obstaculizada por las estructuras patriarcales profundamente arraigadas, tanto en el ámbito público y privado. Esto se manifiesta en las normas sociales, económicas y políticas discriminatorias; en los  estereotipos de género perjudiciales; y la asignación desigual de los recursos y oportunidades. El desglose de estas estructuras de poder y los sistemas basados ​​en la igualdad de la construcción es una acción fundamental para el futuro.